Y llegaron al reino de Pasadomañana. Su rey, Godofredo, estaba llorando porque el monstruo Paposiete Dumbocado había raptado a su hija Wendolina. Fue a su rescate la princesa con el burro y convenció al monstruo de que se hiciera vegetariano y liberara a la princesa a cambio de aprender a tocar la flauta y un jersey nuevo. E incluso los acompañó hasta el reino de Pasadomañana. En el camino, las dos jóvenes sintieron un airecillo juguetón que les hizo cosquillas en el pensamiento. Durmieron juntas y aquella noche soñaron que volaban a lomos de Bufaldino, que Xan Dacova, el inventor de palabras, les regalaba la palabra que llama a la risa, Trukulutrú, y que se besaban una y otra vez en el Sueño Azul.
Cuando llegaron junto a Godofredo, le dijeron que eran novias y se querían casar. Estando en plena ceremonia de boda, apareció Mandolina, quien, al saber que su hija se iba a casar con otra mujer, cayó siete veces sin sentido. Pero cuando la princesa le chilló a su madre la palabra que llama a la risa, ella empezó a reir. Entonces todos se quedaron contentos.
Y las dos princesas se marcharon a la búsqueda del Sueño Azul a caballo de Bufaldino.
MARAVILLOSO