miércoles, 30 de noviembre de 2011

Contra la interpretación de Susan Sontag, 1961.

"Mi idea de un escritor: alguien que se interesa por "todo".
                               (Susan Sontag: Contra la interpretación y otros ensayos, 387)

martes, 29 de noviembre de 2011

Explosiones Literarias




Explosiones Literarias

Cómo comenzar una novela I

"¡Condena es lo que me ha tocado vivir con este niño! No puedo soportar su actitud" -pensaba Clara todos los días de su hijo Ricardo. Era su madre y eso la obligaba a quererlo y a cuidarlo. Pero cuando lo observaba mientras éste desayunaba, se vestía o jugaba con sus coches, sentía una náusea incontrolable. ¿La hacía eso una mala madre? Pese a todo se ocupaba de él a la perfección: lo alimentaba, lo educaba, lo trataba con verdadero cariño.
Aunque cuando el pequeño se daba la vuelta, una mueca horrible se le dibujaba en la cara. "No quiero que sea mi hijo. Probablemente no lo es. Seguramente hubo un error en el hospital".

Nadie conocía la aversión que sentía hacia su propio hijo. Ni siquiera su marido. Lo único que la aliviaba de su malestar era dejarlo cada mañana en el colegio. Para ella era como abandonarlo en una casa de acogida día tras día. Y eso la tranquilizaba.
-Adiós cariño. Volveré a recogerte después. -Decía mientras pensaba que jamás volvería a recogerlo y sabiendo que en unas horas lo estaría esperando en el mismo sitio.
Todos los días: ¡Mamá, te quiero!

sábado, 12 de noviembre de 2011

Cirkus Columbia de Danis Tanovic, 2010.

A menudo quiero ser libro...

y no película... 


Novela y película trabajan por separado, quedándose esta última con lo peor de la primera. 

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Cirkus Columbia de Ivica Djikic, 2003.


"Sí, estabas enamorado de tu suerte y de tu despreocupación,
y no de Azra. Cuando la suerte amenazó con convertirse en 
lucha y sufrimiento te fuiste. Quizá los espasmos vienen de ahí". 

La adaptación cinematográfica de Cirkus Columbia apareció recientemente en Filmin. Al ver que el director era Danis Tanovic, el mismo que dirigió En tierra de nadie, la película llamó rápidamente mi atención. Así que tuve que hacerme con la novela: 

El autor se atreve a contar, en esta novela, qué ocurría en los pequeños pueblos de provincias (kasaba) durante la guerra de los Balcanes. Así, la acción empieza con el regreso de Divko Buntic tras haber conseguido una suma importante de dinero en Alemania. Esto levanta la desconfianza y la envidia del resto de ciudadanos, ya que el nacionalismo croata y el amor a la patria empezaban a cobrar un valor importante, así que aquellas personas que habían dejado su tierra eran considerados traidores. 
De esta manera, Ivica Djikic hace de este pequeño pueblo bosnio un laboratorio en el que se observa el crecimiento del germen que más tarde tendría como resultado la división de Yugoslavia. 

La tristeza, la locura, la envidia o la muerte son constituyentes centrales de la novela. Pesimista de planteamiento, nos permite leer pequeñas historias en las que se perfila la condición del ser humano. Cómo actuamos ante el miedo, o cómo en los malos momentos la solidaridad entre las personas se diluye. 
Las voces de la novela son múltiples. El lector accede a la historia del pueblo gracias a los cuadernos de uno de sus habitantes o a las cartas que uno de ellos enviaba al alcalde durante su exilio. 

Un espejo del ser humano contextualizado en la terrible guerra de los Balcanes. 

NOTA: 9

domingo, 6 de noviembre de 2011

Nieve en Otoño de Irène Némirovsky, 2010.

"Los padres se quedaban allí, escuchando con aire melancólico
la música de las orquestas, recordando las islas y los jardines de
Moscú".

El fenómeno literario de Irène Némirovsky y la figura histórica que representa esta mujer hacen de esta autora una de las más intensas y apasionantes. Este interés fue el que me llevó a leer Nieve en Otoño.

La novela cuenta la historia de una familia aristócrata rusa que tiene que abandonar su patria por el estallido de la Revolución de Octubre. Los ojos que observan estos sucesos son los de Tatiana Ivanovna, la mujer que durante años ha servido a las diferentes generaciones de la familia. La anciana representa la nostalgia del exiliado. Siguiendo a los Karin por toda Europa, ella sigue siendo el ancla que los une a la vieja casa rusa. Por esto mismo la necesitan al mismo tiempo que se sienten incómodos ante su presencia.

Un argumento excitante en un contexto apasionante que, por desgracia, sabe a poco. Las escasas cien páginas de la novela no son suficientes para contar las aventuras de una familia que ha tenido que abandonar su casa y cruzar todo el continente. El lector necesita saber qué es lo que ocurre en los saltos temporales que dejan espacios en blanco de meses. El lector también necesita comprender cómo es la nieve en el espacio natal de Tatiana para comprender qué echa de menos con tanta intensidad el personaje durante su estancia en París. Las interrupciones narrativas y descriptivas desmejoran una novela que nace con la intención de ser importante.

Más que un libro, Nieve en Otoño parece el resumen de lo que será una gran novela.

NOTA: 6