Sin duda J.J.
Millás es uno de mis escritores favoritos.
Por mágico, original y valiente. Y,
sobre todo, por haber escrito El desorden
de tu nombre, la única novela que siempre quise haber escrito.
Pero Lo que sé de los hombrecillos (que acabo
de terminar hace diez minutos) es una novela engañosa. El título y la portada
parecen indicar que va a seguir la estela de su colección de cuentos Los objetos nos llaman (fantasiosos y divertidos) y, sin embargo,
se trata de una historia que parece haber cogido la idea (ingenua) de aquél y
la ha convertido en una auténtica pesadilla.
No es ni aburrida
ni mala, pero sí inquietante y desagradable en ciertos momentos. La novela
empieza con la presencia de unos hombrecillos en la vida de un profesor
universitario. Éstos siempre han estado ahí, pero en un momento determinado,
crean, con pequeños trozos del protagonista, un hombrecillo idéntico a él. Este será el punto de partida de un viaje más siniestro que hermoso.
Habiéndola leído
con interés, la novela me dejó un mal sabor de boca, recordándome que el ser
humano tiene la miseria mucho más cerca de lo que piensa.
Y aunque
quisiera, tampoco podría decir mucho más. Porque siempre hay obras que te dejan
sin palabras y ésta es de ellas.
NOTA: 5